La Fundación Botellas de Amor inauguró la primera planta recicladora de plástico flexible del país y la más grande de Centroamérica para transformar desechos en madera plástica. Este proyecto tiene como fin elaborar mobiliario que será donado a comunidades en riesgo y utilizado en diversos proyectos de apoyo social en Panamá.
Gracias a un convenio de cooperación entre Nestlé y Botellas de Amor, firmado el año pasado, la compañía donó la maquinaria para equipar la operación de esta planta recicladora. Según estimaciones de la Fundación Botellas de Amor, la planta producirá madera plástica destinada a la construcción de más de 6,000 mil viviendas y 7,000 parques en el país en los próximos 12 años.
“La alianza con Botellas de Amor va en línea con nuestra estrategia de sostenibilidad ambiental, específicamente en uno de nuestros pilares, que es impulsar el desarrollo e incremento de infraestructura para la clasificación, la recolección y el reciclaje, fomentando políticas con enfoque circular e incentivando nuevos comportamientos a través de las alianzas. Además, reafirmamos el compromiso de la compañía, de lograr que todos nuestros empaques post-consumo sean revalorizados, evitando que terminen en el vertedero y lograr reducir nuestras emisiones de gases de efecto invernadero, hasta lograr ser cero emisiones netas para el año 2050”, comentó Alejandro Pereira, Gerente General de Nestlé Panamá.
La planta de reciclaje, ubicada en Panamá Pacifico, se encuentra equipada con tecnología innovadora, cuya capacidad permite reciclar y transformar hasta 36 toneladas de plástico al mes. Esta operación además es fuente directa de empleo para al menos 24 personas que se beneficiarán de la misma.
“Con la apertura de la primera planta de reciclaje plástico en Panamá, desde Botellas de Amor afianzamos nuestro compromiso de cerrar el ciclo del plástico y regresarlo a la vida útil, generando grandes cambios ambientales, culturales, educativos y económicos con impactos positivos en Panamá. Alianzas como la que logramos con Nestlé, contribuyen a seguir generando economía circular, al revalorizar el plástico, que hasta ahora se venía arrojando en costas, ríos y vertederos”, destacó Maryorie Joudry, presidente de la Fundación Botellas de Amor.
Durante la inauguración se desplegaron distintas estaciones interactivas con la intención de generar más conciencia sobre el reciclaje, así como mostrar el mobiliario que la planta permitirá construir. De igual manera se contó con un espacio de juegos, dedicados a niños, donde se explicó la dinámica de educar a los pequeños bajo el esquema de “pequeños guardianes” que busca incentivar el hábito de reciclar desde temprana edad con actividades educativas y divertidas.
Este proyecto forma parte del compromiso global de Nestlé para trabajar por un mundo libre de residuos. En el que cada residuo, incluidos los empaques posconsumo de sus productos, puedan ser introducidos nuevamente a la cadena de valor, fomentando así un modelo de desarrollo circular que beneficie la industria del reciclaje y favorezca la generación de nuevos empleos.“La nueva planta de reciclaje en Panamá Pacifico representa una solución significativa al problema general de los residuos plásticos, para el cual se requiere el compromiso de empresas, ciudadanos y gobiernos en el logro de un objetivo común”, concluyó Joudry.